“Las industrias tienen sentido si la gente tiene calidad de vida en su ciudad”

Luego del exitoso evento Ciudades Creativas organizado por la UADE, el Decano de la Facultad de Arquitectura Roberto Converti analizó en Real Estate en Milenium las principales temáticas del encuentro y cómo se puede mejorar la calidad de vida de los ciudadanos a través del desarrollo urbano.

¿De qué se trata Ciudades Creativas?

Ciudades Creativas fue un encuentro de expertos de todo el mundo interesados en la potencia creativa que transforma nuestras ciudades. Participaron urbanistas destacados como Charles Landry, creador del concepto de ciudades creativas, Marcelo Rosembaun que es un diseñador brasilero que trabaja en villas, Uwe Brandes que trabaja en planificación urbana en Estados Unidos y muchos más. Tuvimos una muy buena convocatoria de más de 500 personas y muchos más por streaming. También recibimos el apoyo y la visita de Marcos Peña que dio una conferencia sobre los objetivos del gobierno sobre estos temas.

¿Cómo surgió la idea del evento?

En la Facultad de Arquitectura de la UADE fijamos un nuevo rumbo que apunta a reflexionar sobre cómo se habita una ciudad y qué hacen los que habitan. En el futuro el 80% de las personas van a vivir en las ciudades. Trabajamos con la idea de ciudades creativas al igual que el BID (Banco Interamericano de Desarrollo) y el Ministerio de Cultura de la Nación que trabajan con la idea de industrias creativas. Entonces desde la Universidad quisimos reunirnos para trabajar juntos en esta línea y surgió la idea de empezar con un gran evento como éste.

¿Qué son las ciudades creativas?

Tiene que ver con el diseño, con el arte, con la arquitectura y los contenidos que generan. Se desarrolló la idea de estimular el habitar a través del diseño. En este sentido los distritos de arte, audiovisual, de diseño de la Ciudad de Buenos Aires están siendo importantes. Un ejemplo concreto es el barrio de Palermo que empezó como una zona destinada al diseño y después cada vez recibió más habitantes y se amplió el servicio de gastronomía. Hay que estimular la práctica del diseño y del arte para crear una economía sustentable. Esto es posible porque hoy los jóvenes tienen una gran permeabilidad para ocupar zonas que no tienen gran interés pero que si uno las incentiva pueden crecer. Algo similar está ocurriendo en Godoy Cruz, Mendoza, donde se creó un polo de industrias creativas, visuales, de cine e internet.

¿Qué nuevos barrios crees que tienen potencial para esto?

La cuenca del Riachuelo es un tema que necesita obras y proyectos en marcha. Ahí viven unas 6 millones de personas. Hoy las zonas con agua son protagonistas del nuevo urbanismo, el gran desafío de Buenos Aires es resolver el tema de sus cuencas construyendo bien, no debatiendo. Hay que ocupar creativamente zonas que uno piensa que no se pueden ocupar como una fábrica en desuso, zonas como Valentín Alsina, La boca, La Paternal, Mataderos. Hay que poner en agenda la transformación del espacio porque eso es luchar contra otros problemas como el del narcotráfico. Yo creo que los problemas de inseguridad también tienen que ver con la calidad de ciudad que tenemos.

¿Qué problemas identificás que frenan este desarrollo?

Muchas veces cuando se habla de crecimiento sólo se habla del campo o de las industrias. Hay una concepción equivocada de pensar que cuando se mejoren esos indicadores hay que dedicarse a construir. Las otras industrias tienen sentido si el ciudadano tiene calidad de vida en sus ciudades. No se puede subsumir algo estratégico para el ciudadano al dólar, al déficit o a otras industrias. El centro es la ciudad. El desarrollo físico, la construcción de puertos, viviendas, rutas, es el liderazgo de todo el resto del crecimiento. Para esto debe haber una alianza necesaria entre el sector público y el privado. El privado tiene que ser convocado a definir las políticas de los sectores medios en Argentina

¿En nuestro país construimos bien?

Construimos de una manera antigua. El problema es que Argentina construye poco para tener una escala que le permita utilizar nueva tecnología y así bajar costos. Además, los costos de la construcción son caros porque en toda la cadena hay especulación. Nosotros tenemos que ser líderes pero para eso tenemos que ser serios.