“Al Río es un ejemplo de creatividad, perseverancia y optimismo”

Federico de Narváez, Vicepresidente de Ribera Desarrollos, analiza los desafíos de un desarrollo de la envergadura de Al Río: cinco torres de usos mixtos en Vicente López con casi 600 mil M2 de construcción.

¿En qué etapa están en Al Río? 

Estamos en proceso de consolidación. El mercado lo ha recibido muy bien y ya tenemos 80 familias viviendo en las residencias. El año que viene entregaremos dos torres más. La torre sur está ocupada con empresas de gran prestigio. Ya lanzamos la construcción de la torre norte y el centro comercial. Construimos 220 mil M2 y nos quedan 350 mil más. 

¿Cómo organizan este proyecto tan grande? 

Al Río es como un gran paraguas que tiene proyectos individuales. Financiamos cada uno de manera independiente y creamos equipos por proyecto. Obviamente, hay un equipo de operación que controla todo. 

¿Qué es lo más difícil de llevar adelante? 

En las residencias el cliente está más atomizado porque son 250 residencias. Este tipo de cliente le esté muy encima a la obra porque es un público exigente. Queremos generar una calidad que esté por encima del standard del mercado y el cliente exige que cumplas esas expectativas. En el mall es un mercado oligopolizado y la competencia es más feroz. La financiación es más complicada porque no contás con pre ventas. Las oficinas es donde más atento al cliente tenés que estar. Diseñando el núcleo de la torre norte nos sentamos con varias compañías para consultarles sobre la ubicación. Son menos clientes entonces es más fácil. 

¿Qué es el cubo? 

Es la parte del shopping que está sobre Av. Libertador. Va a ser un centro gastronómico con un salón de eventos de 2000 metros sin columnas. Es un espacio libre. Kansas va a abrir a fin de año. Se van a sumar más marcas gastronómicas reconocidas como Juan Valdéz de Colombia. 

¿En qué otras zonas están trabajando? 

Estamos con el Parque Industrial de Gral. Rodríguez. En Vicente López trabajamos en un proyecto grande que estaremos lanzando en el primer semestre del año que viene: torres residenciales sobre el río.

¿Qué es lo que más aprendés de tu padre Carlos de Narváez? 

Somos muy complementarios, yo tengo un perfil más técnico y financiero y el es más creativo. Él puede estar siete horas viendo un plano y yo como máximo dos horas. Él no le tiene paciencia a los excels y yo sí. Lo que más aprendo de él es la humildad. El otro día recorría la obra de residencias y pasó un cliente que tenía un problema con una puerta. Se fue con él, vio el problema, anotó lo que había que hacer y se quedó a tomar un café con el cliente. También él quiere romper con la cultura del no. Siempre nos dice si pensás que no se puede, no me lo digas. Pensalo, estudialo y averiguá como sí se podría. Eso te permite perseverar y crear. Al Río es un ejemplo claro de esto, antes parecía un imposible y hoy es una realidad. 

¿Cómo ves el futuro del mercado? 

Yo soy optimista para el año que viene. Hay un cambio en el país a nivel social y político. El mes pasado la inflación fue de menos de 1%. Ese es un dato importante porque fue la menor de los últimos 12 años. Las paritarias vienen aumentando a razón del 2.5 %, eso quiere decir que por primera vez en muchos años el poder adquisitivo de los sueldos con respecto a los metros cuadrados empieza a mejorar. Estamos entrando en un periodo de ciclo económico expansivo eso es muy beneficioso para nuestro sector: a mayor empleo, mayor salario y mayor demanda de metros cuadrados. Esto se ve con las oficinas que es lo primero que levanta. 

¿Qué le falta al sector? 

Nuestro negocio es de capital intensivo y con un mercado de capitales débil todo es más difícil. Las compañías tienen que salir a cotizar en bolsa. Nosotros lo tenemos en vista pero es muy importante el timing, estamos esperando el buen momento. Por otra parte, el sector tiene que tender al profesionalismo pero sin oligopolios. En la última crisis pasó eso y en el largo plazo no es bueno ni para ofertantes ni demandantes. 

Si el gobierno se acercase a proponerles que construyan para la clase media, ¿Qué dirían? 

Que sí. Muchas veces se ve a al sector privado y público como antagónicos. Somos parte de una misma cadena de valor y tenemos que crecer asociándonos. El estado tiene muchas tierras ociosas. Algunas no son de clase alta como lo que se está discutiendo hoy en la Ciudad de Buenos Aires. Por un lado, el estado puede administrar la carga impositiva. Por otro lado, nosotros tenemos la capacidad constructiva y financiera para desarrollar. Por eso creo que se pueden generar planes de vivienda social trasparentes, eficientes y en un tiempo lógico. Hay muchos instrumentos como los de Uruguay para lograrlo. Creo que no estamos lejos, estamos en camino. Es un punto de inflexión para nuestro país y yo creo que puede ser un antes y un después.

Fuente: Entrevista realizada en el Programa Real Estate en FM Milenium.