Pokemon Go y el mercado inmobiliario

Aunque parecen dos cuestiones completamente diferentes, en esta nota Francisco Altgelt, Vicepresidente de Altgelt Negocios Inmobiliarios, analiza cómo en otros países se aprovechó el boom de este nuevo juego para la venta y alquiler de propiedades.

Pokemon GO es técnicamente un juego de realidad aumentada para teléfonos inteligentes. Por medio del GPS y el Google Maps uno puede buscar los pokemones (o monstruos) mientras camina. Una vez encontrados se atrapan por medio de la pantalla del celular y se los hace luchar entre sí. 

Aparentemente en dos meses de vida el juego tiene ya 130 millones de usuarios y la pasión llega a límites insospechados: se han registrado infracciones de tránsito y hasta accidentes por conducir jugando. 

Creo que a cualquier agente inmobiliario debe resultarle atractiva la posibilidad de llegar a esa inmensa cantidad de gente para ofrecer sus productos. No es casual que en los últimos años, el mundo inmobiliario haya ampliado su presencia en Facebook, Twitter, Instagram y Pinterest. Es allí donde está parte de su público. 

Pero, ¿cómo aprovechar un juego de celular para vender departamentos? 

Hay un caso que ha tenido mucha repercusión. En Inglaterra, una inmobiliaria decidió detallar en la ficha de información que la propiedad que está ofreciendo se encuentra ubicada entre dos Pokemones Gym (espacio donde luchan los Pokemones) y 8 Pokestops (lugares donde recolectar los huevos encontrados). Esta técnica luego se ha reproducido en varios países de Europa.

Los portales inmobiliarios en Argentina tienen un gran desafío respecto a la ubicación de las propiedades por un sistema similar al de Pokemon GO. Más allá del riesgo de lo que significa caminar mirando el celular, sería interesante poder encontrar las propiedades en el radio cercano que uno está y poder capturar en el monitor de la pantalla a aquellas que a uno le interesa.

Una vez más la tecnología nos está mostrando lo atrasados que estamos en el mercado inmobiliario y cuál es el camino a seguir para ponernos al día.