Cómo ser arquitecto y no morir en el intento

Con el provocador título de “Diez formas distintas de ejercer la carrera antes de pensar en abandonarla”, nueve de los más destacados profesionales de esta disciplina reflexionaron acerca de la amplitud de posibilidades que brinda esta formación.

En una mesa de debate organizada por el Arq. Damián Tabakman se reunieron nueve arquitectos en una charla informal conducida por Mariano Peluffo.

Gervasio Ruiz de Gopegui, Gerente de Administración de Desarrollos Urbanísticos del Banco Hipotecario, confesó que la única casa que dibujó es la que se está construyendo ahora. Actualmente trabaja en la gestión del PROCREAR: “Lo lindo que tiene nuestra carrera es que podemos ir desde hablar con un operario hasta hablar con clientes corporativos, desde cómo hacer un jardín hasta cómo construir un proyecto inmobiliario que equivale a los fondos de inversiones más grandes que se manejan en el país”.

Rodrigo Fernández Prieto, representante de Fernández Prieto y Asoc. Se refirió a que la carrera de arquitectura tiene muchas frustraciones y que eso se siente ya como estudiante cuando a uno rechazan un proyecto. “De a poco me fui dando cuenta que era bueno para vender mis proyectos. Eso me hizo había otras maneras de ejercer la profesión. Me di cuenta que hay gente buena para unas cosas y otros para otras. Eso fue un camino muy liberador para mí y que me permitió armar buenos equipos y consolidar la empresa que ahora tenemos.”

Ioram Amsel, Arquitecto socio de la empresa ABV con 25 años de trayectoria en el desarrollo inmobiliario, recordó: “Cuando yo me recibí, una de las tantas crisis económicas de Argentina,  las opciones eran Ezeiza o manejar un taxi”. Actualmente, para ABV el desarrollo es un medio para poder hacer arquitectura: “Un desarrollador es como un chef o como un director de orquesta, es el que toma las decisiones permanentemente para lograr que el proyecto sea equilibrado”, destacó.

Por su parte, el Arq. Federico Azzolini, socio gerente de Azzolini Construcciones, destacó que hay que encontrar la arquitectura en cada profesión para no abandonarla. El arquitecto comenzó su carrera en la empresa familiar constructora de obras civiles pero luego expandió sus horizontes hacia el diseño de productos y edificios modulares versátiles que se arman en el destino final.

Por último, el Arq. Damián Tabakman representó la salida laboral más ligada a la academia ya que ha escrito cinco libros y dirige la Escuela de negocios EN Real Estate con alcance latinoamericano y el Posgrado de Desarrollo de Proyectos Inmobiliarios en la UBA y la Universidad Di Tella.

Todas estas posibilidades son las que se encuentran latentes en una carrera tan amplia como Arquitectura. La formación humanista sumada a los conocimientos de las ciencias exactas delinean un perfil profesional apto para las diferentes necesidades del mercado. Los panelistas destacaron que lo importante, en un país inestable como el nuestro, es poder ser flexible y creativo para buscar nuevas alternativas.