Comunidad Real Estate - "Los principales beneficiarios de dolarizar serían los que están en real estate"

Entrevista 10 junio 2019

Economía Mercado Inmobiliario Real Estate Dólar

"Los principales beneficiarios de dolarizar serían los que están en real estate"

Sombrío análisis del polémico economista Javier Milei sobre la marcha de la economía y del mercado inmobiliario.

¿Cómo es su mirada sobre el sector inmobiliario?

Es un sector que es altamente procíclico. Es decir, que sobrereacciona a lo que pasa en el nivel de actividad. La economía se iba a expandir  al 4% pero terminará cayendo 2,4% y semejante cambio de signo en el ciclo económico significa que se va a derrumbar la actividad, el empleo, caerán los salarios reales, habrá más pobres e indigentes y menos consumo, en un contexto de más inflación.  A la economía le va a ir mal con lo cual al sector le irá peor por su prociclícidad.

Por otra parte, si se está en este sector, se necesitan créditos. Pero, si hay alta inflación, el crédito a largo plazo desaparece porque es imposible hacer cálculos económicos con el ruido que implica. Dado esto, tampoco habrá crédito para las operaciones de largo plazo.

¿Qué pasará con los créditos UVA?

Lo que tiene que ver con los créditos UVA, todos aquellos que no estén perfectamente asegurados en términos de que se puedan extender los plazos o que tenga alguna cláusula que permita que la inflación cargada sobre el crédito no le gane a los salarios o que no tenga alguna cláusula algún tiempo sin pagar por pérdidas de empleo también estará complicado. Es decir, todo lo vinculado al sector del real estate estará muy complicado.

De hecho, cuando uno hace operaciones con inmuebles de estas características, siempre se hace en dólares. Es decir, los principales beneficiarios de la dolarización serían, por ejemplo, los que están en real estate.

¿Considera que los precios se reducirán?

Hay que medirlos en dólares de aquellos que verdaderamente hicieron una transacción, no del que se quedó haciendo wait and hold... En dólares valdrá menos pero no  pueden comprar.

  

MACRO

Usted propuso eliminar el Banco Central y que la gente elija la moneda que prefiera, ¿cómo  resultaría eso y por qué?

Antes de que exista el Banco Central -creado en 1935- la inflación en Argentina era del 3% anual. Luego, en sus primeros 10 años, mientras era mixto (propiedad del Estado nacional y de los bancos nacionales y extranjeros del país) la inflación fue del 6% anual y, desde que en 1946 Perón (Juan Domingo) lo nacionalizó hasta el repudio de la moneda en 1991 (que fue la convertibilidad), la inflación promedio fue del 225%, le quitamos 13 ceros a la moneda, destrozamos cinco signos monetarios y además tuvimos dos hiperinflaciones.

Durante la convertibilidad, que fue cuando se le sacó la navaja al mono asesino, la inflación fue 9% promedio pero eso se concentró prácticamente todo en el primer año y medio. A partir de 1993 Argentina fue el país con menos inflación del mundo pero después le devolvimos la navaja al mono asesino: la inflación en los primeros cuatro años del Kirchnerismo fue del 10%, los segundos del 20%, el tercer ciclo del 30% y -si no hubiese sido por lo hecho por Sturzenegger (Federico) durante el inicio de su gestión al frente del Banco Central- la inflación hubiese sido del 500%.

¿Hay que esperar hasta marzo del año que viene para ver si mejora?

Este Gobierno tuvo un fuerte apoyo en las urnas a mitad de su mandato y, supuestamente, iban a empezar a armar las reformas estructurales. Pero, lo primero que hizo el pelotudo de Marcos Peña es avanzar sobre la independencia del Banco Central y precipitó una crisis. ¿Qué podemos esperar de este Gobierno?

Por lo menos que termine el mandato...

Ojalá que así sea...Todo depende de cuánta injerencia le den al inútil de Marcos Peña porque cuanta más influencia tenga en la toma de decisiones, más desastre habrá en la economía. El presidente Macri se empecina en mantenerlo.

En cuestiones económicas, ¿cómo ve al ministro?

El ministro es un keynesiano y eso lo dice todo. Argentina padece 80 años de keynesianismo. Ser keynesiano es sinónimo de decadente, empobrecedor y es ser cómplice de la corporación política, o sea de los chorros. Así estamos: de ser el quinto país del mundo estamos por debajo del (puesto) 60.

Con este panorama, ¿qué se debería hacer hoy?

Existe Ezeiza.

¿Nos tenemos que ir todos?

Sería lo ideal. Alguna vez propuse eso en un programa, hacer La rebelión de Atlas (nombre de una novela publicada en EEUU en 1957): separar a la Argentina en dos partes y de un lado vamos los que producimos y del otro lado, los parásitos de los políticos y todos los chupa sangre que no sirven para nada. Podríamos  ver cómo le va a cada uno...

Y si esto no cambia, ¿quién puede venir a mejorar la Argentina?

No lo sé porque cuando en 2001 se dijo "que se vayan todos" se quedaron todos los mismos soretes.

Es decir, ¿estamos condenados al fracaso?

Argentina está condenada a ser un país miserable con esta corporación política. Cien impuestos, 69.000 regulaciones, la presión fiscal más alta del mundo... Hay un descalabro fiscal, ¿y la mierda de los políticos lo arregla subiendo impuestos? ¡Vamos! No van a dejar de robar. A los que estamos en blanco ya nos sacan el 70% de lo que generamos y nos van a quitar todo lo que puedan.

 

Fuente: Resumen de la entrevista realizada en el programa Real Estate de FM Milenium 

 



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